vendredi 21 mars 2014

LOUVRE en Lens

F,P,D Univers.

Cuando la cultura mueve dinero

Exterior del Louvre-Lens. / PHILIPPE HUGUEN (AFP)
Ya es hora de que los grandes museos hagan relatos diferentes, que pongan en marcha formas de contar el arte a otros públicos, a gente no necesariamente ligada al arte”. Son palabras de Jean-Claude Martinez, francés tataranieto de valenciana y almeriense y director del Museo del Louvre, es decir, uno de los puestos clave en lo que a la grandeur cultural de Francia se refiere, y también en lo que atañe al mensaje que sobre la importancia de las artes no solo como conjunto de bienes del espíritu sino también como potencial motor cultural y social vienen lanzando desde hace décadas los que mandan en este país.
La exposición sobre la cultura etrusca es solo un nuevo capítulo de la joven historia del Louvre-Lens, la primera sucursal del museo. Una sucursal pensada en su día por un presidente de la República (Jacques Chirac) e inaugurada hace un año por otro (François Hollande), pero inspirada sin disimulo en el bilbaíno efecto Guggenheim. Todo un reto, superado de momento con esa cifra espectacular de 900.000 visitantes en el primer ejercicio, cuando las previsiones más optimistas hablaban de 700.000 (y una previsión futura de 500.000 al año).
Louvre-Lens y su fascinante Galería del Tiempo —un recorrido en 205 obras por la Historia del Arte— no es solo un asunto cultural, si bien estamos ante una narración absolutamente vanguardista en la presentación, capaz de alternar un bajorrelieve asirio con una talla medieval que una alfombra persa con una pintura de Rafael (como es el caso, pues el Autorretrato con un amigo del maestro Sanzio acaba de incorporarse a la colección, renovada en un 15% cada año).
El hermano pequeño del Louvre ha venido a curar en cierta forma las heridas de la vieja zona minera de Lens-Lieuvin, y de paso las de una de las regiones económicamente más deprimidas de Francia: la del Norte-Paso de Calais. Víctima de la reconversión industrial, la región empieza a respirar gracias a este balón de oxígeno que ha generado 400 empleos y que ha llevado a The New York Times a incluir a Lens en su Top 50 de los lugares que hay que visitar en Europa. De paso, hoteles, bares, restaurantes y comercios de un lugar tradicionalmente inexistente para el turismo han recuperado la ilusión. Entre 2017 y 2018, la construcción de una Zona de Reservas del Louvre junto al Louvre-Lens debería permitir que 220.000 obras de arte de todas las épocas procedentes de la casa-madre descansen en Lens y accedan a ellas los investigadores.

   "Ideas del hombre y más .......".

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