F,P,D Univers. Los Angeles. LOS SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS (2
OCTUBRE)
"Ideas del hombre y más .......".
La Providencia ha determinado
para cada uno de nosotros la carrera que ha de recorrer, el lugar en el Reino
Eterno que debemos conquistar. "He aquí, dice El Señor, que yo envío a mi
ángel, que caminará delante de vosotros, os protegerá e introducirá en el lugar
que os tengo preparado".
Los ángeles custodios nos hacen conocer la
Verdad, la virtud, el sólido y verdadero bien, y a él nos conducen. Cuando
sentimos santas inspiraciones o alguna inclinación a desligarnos de las
criaturas para entregarnos a Dios, recibimos, indudablemente, un buen consejo
de nuestro caritativo guía. Nada más ingenioso que su celo por nuestra
santificación. Unas veces nos propone el ejemplo de Jesucristo, o de los santos
cuyo carácter tiene más relación con el nuestro; otras, nos pinta la brevedad
de la vida, el momento de la muerte, la eternidad. Otras, ofrece a nuestra
vista las bellezas de la virtud, los encantos de la paz, fruto de la buena
conciencia; las coronas prometidas a la constante fidelidad. Nuestro trato con
nuestro Ángel Custodio ha de tener un carácter amistoso, que reconozca a la vez
su superioridad en naturaleza y gracia. Aunque su presencia sea menos sensible
que la de un amigo de la Tierra, su eficacia es mucho mayor. Sus consejos y
sugerencias vienen de Dios y penetran más profundamente que la voz humana. Y, a
la vez, su capacidad para oírnos y comprendernos es muy superior a la del amigo
más fiel; no sólo porque su permanencia a nuestro lado es continua, sino porque
entra más hondo en nuestras intenciones, deseos y peticiones.
El Ángel puede llegar a nuestra
imaginación directamente -sin palabra alguna- suscitando imágenes, recuerdos,
impresiones, que nos señalan el camino a seguir. Nunca nos sentiremos solos si
nos acostumbramos a tratar a ese amigo fiel y generoso, con el que podemos
conversar familiarmente. El, además, une su oración a la nuestra y la presenta
a Dios. Es necesario, sin embargo, que mentalmente le hablemos, porque no puede
penetrar en nuestro entendimiento como lo hace Dios. Y entonces, él podrá deducir
de nuestro interior más de lo que nosotros mismos somos capaces. "no
podemos tener la pretensión de que los Ángeles nos obedezcan... Pero tenemos la
absoluta seguridad de que los santos Ángeles nos oyen siempre", decía el
ya santo José maría Escrivá de Balaguer. Hoy puede ser un día para reafirmar
nuestra devoción al Ángel Custodio, pues es mucha la necesidad que tenemos de
él. Busquemos en él fortaleza en la lucha ascética ordinaria, y ayuda para que
encienda en nuestros corazones las llamas del Amor de Dios.
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